Para entender esta teoría, basta con partir de la idea de que, al realizar algo, vamos a provocar que ocurra algo que no hubiera ocurrido si no hubiéramos realizado ese “primer algo”. Por ejemplo:
1. Si vas por la calle y toses, provocarás que pase algo distinto a lo que hubiera pasado si no hubieses tosido en ese mismo lugar, en ese preciso momento o de esa determinada forma…o, simplemente, pasará algo distinto a lo que hubiera pasado si no hubieses tosido.
Esta teoría aparentemente absurda se puede interpretar fácilmente gracias a la lógica:
2. Está claro que este primer razonamiento está en lo cierto; esto quiere decir que, como vamos a hacer las cosas que vamos a hacer (en el futuro) debido a las cosas que hayamos hecho previamente, dichas cosas que hemos hecho antes de hacer las cosas que vamos a hacer en el futuro están provocadas por otras cosas hechas antes de esas cosas, y así de forma infinita.
Esta cadena interminable nos puede explicar y/o enseñar que todo afecta a todo, es decir, que lo primero, la primera acción aparentemente insignificante que se ha realizado en toda la Historia del Cosmos ha provocado que se fueran realizando con el transcurso del tiempo diversas acciones o hechos que no hubieran ocurrido sin haber sucedido lo primero que sucedió en toda la Historia de “TODO”…y, como ya he escrito antes, así ha ido sucediendo de forma infinita, ya que nunca se detiene el tiempo y, por lo tanto, nunca dejan de suceder cosas que han sido provocadas por otras acciones particulares y que provocan otros hechos concretos y precisos.
Todo esto nos hace llegar a la conclusión de que existe un destino, ya que todo afecta a todo y que todo lo que va a ocurrir va a ocurrir, ya que todo ocurre por algo que lo ha provocado y eso que ocurre por algo que lo ha provocado provoca otro “algo” que sólo puede ser ese “algo” en concreto.
Después de haber desarrollado esta teoría, los más inteligentes de nosotros (modestia aparte) nos preguntaremos qué provocó el primer hecho de la Historia y qué lo provocó previamente de que este hecho provocase algo…es decir, podemos pensar que siempre ha existido algo y siempre va a existir algo pero, si todo está provocado por algo, no podría haber existido una sola y única determinada cosa en la Historia del Cosmos (ya que algo la tendría que haber provocado) a menos que el espacio-tiempo sea un círculo infinito que cuando termina vuelve a empezar desde el principio de los tiempos y así siempre (es decir, que la Historia nunca empiece ni acabe en un punto concreto porque el último hecho sea el que provoque el primero o simplemente porque nunca haya empezado y nunca vaya a terminar). Cierto es que sólo sabemos que no sabemos a ciencia cierta la razón de nuestra existencia, que sólo le podemos dar una razón hipotética (la cuál es realmente la real). Lo que sí sabemos es que todo pasa porque tiene que pasar, que todo se debe a algo…que tenemos un destino. Lo sabemos…pero algunos no quieren saberlo.
Extraído de mi proyecto “Teorías del continuo espacio-tiempo (Por qué no probé el alcohol)”