Proyecto Plumilla
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Proyecto Plumilla

Revista literaria creada para unir la comunidad de escritores y lectores de la calle, que buscan cosas humildes pero especiales
 
ÍndiceÍndice  Últimas imágenesÚltimas imágenes  RegistrarseRegistrarse  ConectarseConectarse  

 

 Reflexiones de Young, II

Ir abajo 
AutorMensaje
Elegance

Elegance


Mensajes : 52
Tinteros : 26690
Plumilla : 11
Fecha de inscripción : 07/05/2010

Reflexiones de Young, II Empty
MensajeTema: Reflexiones de Young, II   Reflexiones de Young, II Icon_minitimeMiér Mayo 12, 2010 10:33 pm

(...) Pues bien. Como todo hijo de vecino, nací. Y por descontado que nadie me puso Emmanuel por nombre, eso ya lo habréis deducido vosotros. Emmanuel Young es un nombre de gran sonoridad, no cabe duda, pero no es el mío. Y no voy a decir cómo me llamo, porque entonces cualquiera que leyese esto podría localizarme, con el terrible sistema de conexiones virtuales tan propio de este siglo, y darme una paliza o dos por sentirse ofendido.
(...)No tuve mucho dinero ni muy poco, mi familia era una familia normal, con todas las consecuencias negativas que conlleva esta palabra, y me crió lo mejor que pudo, y lo hizo mal. No quiero decir que esté reprochándoselo, ni mucho menos, mis padres me criaron mal, mis abuelos criaron mal a mis padres, y así podemos remontarnos hasta más de un siglo atrás. El problema deriva de la degeneración y el nihilismo, ya lo he dicho, pero no me cansaré de repetirlo hasta que se quede grabado en vuestras mentes. Este nihilismo social afectó también a mi familia, y muy profundamente, con lo que fui creciendo entre la perversión moral de la televisión y la incompetencia del sistema educativo. Tuve que ser yo quien, por mí mismo, aprendiese valores universales como el orden y la disciplina, la autonomía personal y la deferencia hacia todo aquel que haya vivido más tiempo que yo.
(...) En fin. Con toda esta disertación personal y ética, supondréis que a lo largo de mi vida he debido de sufrir alguna especie de episodio, o de encuentro, que me condujese a pensar de esta manera tan inteligente y elevada. Y la verdad es que no, no sufrí nunca ninguna revelación que me encaminase a llevar esta vida tan aristocrática y caballerosa, sino que mi propia personalidad se fue gestando en un mundo que no era el suyo y en una época equivocada. Ya estaba dotado desde niño de la inteligencia y la sensibilidad del que crece leyendo libros, desarrollando sus cualidades más humanas en detrimento de la satisfacción animal de los placeres inmediatos. Un instinto de supervivencia muy desarrollado me llevó desde siempre a buscar protección y amparo entre las paredes de mi casa, o de mi habitación. Las personas que me rodeaban me resultaron desde siempre terribles y violentas; no podía creer que fueran mis congéneres aquellos niños que disfrutaban tirando petardos y espantando a los gatos, y no podía creer que mis mayores no hicieran nada por corregirles... los palos son el mejor modo, en mi opinión. (...) Maldita sociedad nihilizada. Maldito Platón, maldito Nietzsche. Qué razón llevaban ambos, cada uno a su manera, y qué feliz hubiera sido yo en su mundo, y no en el mío.

Fragmento levemente retocado de "Me llamo Emmanuel Young", de Mario Herrero.
Volver arriba Ir abajo
 
Reflexiones de Young, II
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» Reflexiones de Young, III
» Reflexiones de Young, IV
» Reflexiones de Young, I

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Proyecto Plumilla :: Curiosidades-
Cambiar a: