Proyecto Plumilla
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Proyecto Plumilla

Revista literaria creada para unir la comunidad de escritores y lectores de la calle, que buscan cosas humildes pero especiales
 
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ecco

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MensajeTema: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeJue Feb 03, 2011 12:40 pm

Buenos días, tardes o noches.

Bienvenidos, todos.

Siéntense, vamos, pónganse cómodos. Espero que les guste mi sofá.

Estoy haciendo café, ¿alguien quiere? ¿Nadie? Ah, ¿usted? Estupendo.

Discúlpenme por la poca iluminación de la sala. Pero la chimenea, sí, a su derecha, eso es. Como decía, la chimenea nos hará entrar en calor, ante una sala tan grande y lúgubre. He puesto madera suficiente como para calentarnos a todos durante tres días.

¿Y qué me dicen de las cortinas? Bonitas, ¿verdad? Ese color púrpura siempre fue uno de mis caprichos. Igual que tener la sala llena de velas. Y los tapices. Los tapices siempre me han gustado. Igual que la pared azul pastel, y los muebles blancos. Excepto la mesa del comedor. Justo detrás de ustedes. ¿La ven? Esa mesa es de madera de ébano. Y sí, me costó un riñón, así que haga el favor de sentarse. No se haga el loco. La tengo para ocasiones muy especiales.

Sí, señora, sí. Ya sé que les he hecho venir diciendo que era una ocasión especial. Y lo es, no se lo puedo negar. De hecho, les prometo una cosa: si ustedes quieren comer algo después de que les cuente mi pequeña historia, les invitaré a cenar.






Hoy es miércoles. Llevo despierta desde las cinco de la mañana. El examen que tengo a las diez es bastante fácil, pero aún así estoy nerviosa. He dormido menos de cuatro horas, mis ojeras son impactantes, así que me doy una ducha que me refresque la cabeza y me maquillo. Maquillarme me hace sentir segura. Sé que es una estupidez, pero no me importa. También rescato del fondo del armario mi gabardina. La tengo desde hace tres años. Y mis zapatos ingleses del mismo color. Ya no me acuerdo del tiempo que hace que no me los pongo. Pero bueno, hoy me siento diferente, así que, ¿por qué no?
Además, hoy me toca pasar el día fuera de casa. Repaso mi bolso una y otra vez: tabaco, llaves, estuche, abono del metro, cartera (un billete azul y dos euros con cincuenta). No creo que se me olvide nada, así que a las nueve menos diez salgo de casa algo nerviosa.
A las nueve entro en el andén que espera al metro. Es tal la costumbre, que el camino es automático: llego, espero o no espero a que llegue el tren, y me subo en un vagón que suele estar plagado de gente. Un vagón en el que casi no se puede respirar. En el que apenas hay espacio entre un cuerpo y otro.
Pero es después de la segunda parada, cuando se cierran las puertas del vagón y ha subido y bajado la gente, cuando ocurre todo.
Un chico está enfrente de mí, apenas a unos centímetros. Me mira por un momento y aparto la mirada, molesta. En ese momento, al cerrarse las puertas, en el silencio sepulcral que recorre el vagón, una voz habla. Una voz desgarrada. Una voz, que hace que un escalofrío me suba desde la punta de los pies hasta la cabeza.

“No quiero molestar-dice-, pero me gustaría que me prestasen unos minutos de su atención”.
El metro calla. Yo bajo la cabeza.
“Miren, no me gusta hacer esto. Pero no me veo en otra opción”.
El metro calla. Yo desearía ser sorda en ese momento.
“Llevo más de un año en paro. No recibo ayudas del Estado”.
El metro calla. Yo callo.
“Tengo dos hijas y necesito ayuda”.
El metro calla. Yo enfermo.
“Por favor, confío en la caridad de la gente. No pido mucho”.
El metro calla.

Y él también. El señor desconocido no habla. El metro tampoco. Alzo un poco la mirada. El chico que me había mirado antes me mira raro. Le leo la mente. Me dice: ¿Tan egoísta eres? ¿No piensas darle nada?
Pero él tampoco le da nada. Y el hombre se va acercando. Y deseo, y lo juro, lo confieso, deseo abrir mi bolso y sacar mi cartera, pero me encuentro bloqueada. Me repugno a mí misma, y comienzo a odiarme. Y ese odio es más fuerte que la otra parte que busca abrir el bolso.
¿Qué le iba a dar? ¿Dos euros, como da la gente? ¿Para qué? ¿Qué son dos euros para alguien que no tiene absolutamente nada, que vive en el umbral de la pobreza, que tiene que vérselas y deseárselas para dar de comer a sus dos hijas? Entonces comienzo a odiarme más. Me insulto, mi cerebro quiere hacer explotar mi cuerpo y que desaparezca, porque le repugno.

¿Y entonces…? ¿No le doy nada?
El chico me mira, nervioso. Cuando yo lo miro, en mitad de mi lucha interna, tengo lágrimas en los ojos. Agacha la cabeza. Y el hombre se acerca y no, no quiero ponerle rostro. No quiero ver a la persona a la que casi ayudé. No quiero ni siquiera darle nada, porque me sentiría una hipócrita si lo hiciera.
Y entonces, en el reflejo de unas ventanillas, ahí veo su rostro.

Me quiero morir. Su cara está desgarrada por el dolor. Tendrá cuarenta años, pero parece que hubieran pasado otros veinte de golpe, por encima de él. Lleva un gorro azul marino para protegerse del frío, y una cazadora muy grande, naranja butano. Sus ojos no mienten: sufre.

Agacho la cabeza. Todo pasa muy deprisa.
El metro llega a Núñez de Balboa. En ese momento extraño, en el que la gente baja y sube, me decido. Y alzo la cabeza y busco su cazadora naranja butano, y su gorro azul marino. Quiero hablar con él.
Pero ya no está.
La cabeza empieza a darme vueltas, quiero morirme. Busco su cara entre tantas desconocidas, pero no está.

Llegamos a Avenida de América. Allí tengo que bajarme. Antes de salir, vuelvo a mirar. El hombre desconocido no aparece.
Comienzo a llorar. Me decido a buscarlo por toda la estación, de verdad que quiero hablar con él. Quiero darle todo lo que llevo encima en esos momentos. Es lo menos que puedo hacer después de haberme bloqueado cuando tuve la oportunidad.

No sé lo que es sufrir de esa manera, pero tiene que estar verdaderamente mal. “Es que piden para drogas”, dicen algunos. Nos llevan inculcando eso desde niños. Y no es así. Y aquí está la otra cara de la moneda, no hay que irse tan lejos, está en tu mismo vagón del metro.

Sigo buscando. No lo encuentro. Rompo a llorar esperando mi nuevo tren.

Llego a la facultad diez minutos antes del examen.
Un compañero de clase se acerca.
- ¿Has llorado? ¿Tan mal te lo sabes?

Como si esperara que le fuera a contestar a tal gilipollez.







Ahora quiero que entiendan el motivo principal por el que les he hecho venir.

Renuncio a mí misma. Me repugno, como ya he dicho. Odio cada parte de mí.

Bienvenidos, otra vez.

Esta es la muerte mis sueños, de mi mundo falso donde todo el mundo sonríe y es bueno.




Pero, por favor, denme la bienvenida ustedes, y explíquenme esto, porque soy nueva en el mundo real.
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Giorgo

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeJue Feb 03, 2011 2:37 pm

Me ha encantado. Esta muy bien descrita la situacion y es facil ponerse en la piel de la protagonista. Tambien la introduccion a la historia me ha gustado mucho, le da un toque especial, casi como un juglar reuniendo a la gente para contarla.
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Croketa

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeJue Feb 03, 2011 5:25 pm

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Ladylacasitos

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeJue Feb 03, 2011 6:12 pm

Me ha gustado mucho. Esta historia te llega de lleno haciendo que tu te sientas identificada totalmente.
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ecco

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeJue Feb 03, 2011 11:59 pm

Muchas gracias Smile Llevaba tiempo sin escribir, me apetecía cambiar...
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onlymutated

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeVie Feb 04, 2011 4:43 pm

Siempre he apreciado la forma tan realista que tienes de describir las situaciones, y permites que se formen en nuestra mente de una forma tan nítida que gusta (:
Es triste, pero a la vez muy real. Me ha gustado mucho mucho.
Me alegro que hayas vuelto a dejarnos regalitos.
¡Besos!
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ecco

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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitimeSáb Feb 05, 2011 12:16 pm

Es lo que intento, Anna, porque el relato he de confesar que está basado en hechos reales y quería plasmarlo todo por entero. Pero poco a poco, todavía le falta algo, no sé...
De todas formas muchas gracias Smile
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MensajeTema: Re: Bienvenidos.   Bienvenidos. Icon_minitime

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