Madrid, 2010
El Madrid Jazz Club no es ningún club en realidad, no es ningún tipo de local, es un grupo de gente, una comunidad cultural por decirlo así. Ni siquiera tiene que ver con el jazz, o no sólo; está formado por auténticos músicos callejeros que ya se han hartado de escuchar lo mismo en cualquier lugar, música electrónica de tipo apocalíptico y grupos de pop comercial que ni siquiera componen sus canciones, y que no tienen ni idea de lo que es una tonalidad, una pentatónica o un modo griego. Antes, la música se apreciaba en vivo. En aquel tiempo cualquiera de los miembros del Madrid Jazz Club lo hubieran dado todo por vivir en la Nueva Orleans de los años veinte, cuando la música se escuchaba en directo, interpretada por bandas de profesionales vestidos de traje que sabían lo que hacían, pero también por pobretones desconsolados que, pese a todo, podían sacar de ti, con su música, todo tipo de sentimientos. Una época en la que sabiendo de música y estudiando un poco podías llegar lejos, porque el ritmo ya lo tenías dentro de ti, todo el mundo sentía el ritmo en aquella época, el ritmo iba con la esclavitud y con la pobreza, con el Misisipi y con la ciudad, en aquella época no era difícil sentir el swing, porque el swing flotaba en el aire.
Extracto de "Madrid Jazz Club", de Mario Herrero. Dedicado a Mtc, poeta desterrado.